La situación de crisis social que estamos atravesando los argentinos era impensable para la gran mayoría. Si alguien hubiese anunciado con anterioridad lo que iba a suceder en estos últimos días, sería catalogado como delirante.A pesar de que
De la misma manera que existió en el peronismo: en su nacimiento, en su historia, en sus planteamientos, en sus mártires, en sus organizaciones revolucionarias, en sus victorias y en sus derrotas.
Sino porqué, un hombre o una mujer, un joven o un adulto escribió “Viva el cáncer”, en plena agonía de la compañera Evita, o porqué bombardearon plaza de mayo, o porqué fusilaron al General Valle, o porqué persiguieron, encarcelaron y mataron a los principales hijos del pueblo peronista, o porqué existieron los “azos”, o porqué existió una dictadura militar sangrienta, secuestrando y asesinando a las mejores mujeres y hombre de nuestro pueblo, avanzando en un carrera acelerada hacia la desindustrialización, o porqué en plena democracia se entregó el patrimonio nacional y los resortes estratégicos de nuestra economía llevando a nuestro pueblo a la miseria, al hambre y la desocupación, o porqué nos encontramos (o nos encontrábamos) en pleno siglo XXI en el infierno. O porqué (y es la última) la marcha peronista dice en una de sus estrofas “…por ese gran argentino que se supo conquistar a la gran masa del pueblo combatiendo al capital…”. Sinceramente por la lucha de clase.
Quiero decir que la crisis, en la cual nos encontramos, es resultado de la existencia de la lucha de clase, que siempre se da en forma implícita o explicita, como viene ocurriendo en estos 18 días. Y cuando la puja toma una dinámica determinada florecen las contradicciones en el seno del pueblo. Los pequeños chacareros con carteles de “No a la retenciones. No a los pool de soja”, o de aquellos argentinos que fueron al cacerolazo sin entender mucho, creyendo que es correcto estar de lado del campo, o la clase trabajadora afectada directamente por el lockout, que cree que el problema debe resolverse sin importar quien afloja primero, ‘campo o gobierno’
Sin entender, los diferentes protagonistas de los ejemplos mencionados, el verdadero significado de las retenciones. Defender las retenciones no es defender al gobierno, sino defender una política de redistribución de las riquezas que beneficia a la mayoría.
A esto hay que sumarle la desinformación de la mayoría de nuestra sociedad, más la mala información de los medios de comunicación. En este sentido hay que leer y difundir, tomándose el trabajo de imprimir y fotocopiar para repartir, la nota titulada “Zonceras” publicada en el sitio denominado www.homo-economicus.blogspot.com, como también la nota publicada en pagina 12, titulada “Los forjadores de la Patria ”, del periodista Zaiat, que describe el rol de cada rama de la producción nacional y cual es su aporte al estado nacional.
También debería ser de lectura ‘obligatoria’ para toda la militancia, dirigentes, legisladores y funcionarios del Kirchnerismo. Para poder reflexionar sobre un mismo texto, en forma colectiva, atreviéndonos a desarrollar un análisis crítico, desde una concepción antagónica al pensamiento liberal, liberal de izquierda, reformista o/y vanguardista.
Puntos para reflexionar y discutir:
No se resuelve la pulseada solo agitando banderines al aire o tirando una piña al revuelo. Ni tampoco planteando el pasado como único fundamento de la pelea.
El gobierno nacional se equivocó en determinar el aumento de las retenciones (móviles) sin resolver de antemano las unidades económicas que iban a ser afectadas en su rentabilidad, por dicha resolución. O como así también de haber creado la posibilidad de que las grandes corporaciones manejen el negocio de la soja y no desarrollar una política hacia el campo regulando su existencia y consolidando a los medianos y pequeños agropecuarios, como a las unidades económicas familiares y colectivas de los movimientos campesinos.
Esto produjo la aparición de los pequeños productores del agro, que no se sienten representados en las entidades mencionadas, y están en los cortes de ruta como autoconvocados.
Entre los actores sociales del punto 3 y 5, le dan cierta legitimidad al reclamo planteado.
La medida de fuerza utilizada por la crisis del agro, se caracteriza por ser la de mayor virulencia de los últimos años. Los piquetes utilizados desde el menemismo al 11 de marzo del 2008, nunca produjeron el daño actual: desabastecimiento de alimentos, aumentos de precios, unidades productivas paradas, intención de saqueos en varios puntos del país.
Por mucho menos existieron brutales represiones contra los sectores sociales que no tenían nada, ni trabajo, ni vivienda, ni educación, ni salud. Así tuvimos en todos estos años muertes del lado del campo popular, desde Teresa Rodríguez y Víctor Choque, el puente de Corrientes pasando por los asesinatos del 19 y 20 de diciembre, Maxi y Darío, Fuentealba y la desaparición de Julio López.
La derecha definitivamente, legitima la utilización del piquete como medida de lucha.
La izquierda coherente con su historia se volcó a la calle a pararse del lado de las cacerolas paquetas. Alucinando un nuevo 19 y 20 de diciembre. No es necesario nombrarlas, fueron todas. Lamentablemente todas.
Hasta Quebracho, organización a la cual pertenecía, y que dio todo desde su nacimiento, (posterior al santiagueñazo) en la lucha contra el modelo neoliberal, se equivoca en el momento donde las contradicciones se agudizan: “Hoy vastos sectores de nuestro pueblo salieron a la calle, impulsados por la soberbia y la prepotencia de la “señora” Kristina que, en un tono desafiante brabuconeó contra el campo.” (Comunicado de prensa del 26/03).Quiero recordar que en una de sus definiciones planteaba (o planteábamos) la construcción de un bloqueo social revolucionario, y que se debería articular a todos los sectores sociales que entren en contradicción con el modelo neoliberal. La organización se equivoca en caracterizar a este gobierno como continuidad de los anteriores. El Partido del Ajuste no esta en el gobierno sino en
El espacio mediático del estado (canal 7, radio nacional, fm folclórica, etc.) deberían ser usados exclusivamente para esclarecer e informar la situación actual y las medidas llevadas adelante por el gobierno. El primer día de los cacerolazos paquetes mientras todos los canales de televisión de aire y cable, las radios y los portales de la prensa escrita, daban opiniones políticas, dando rienda suelta a todos los piquetes habidos por haber; canal 7 pasaba una película argentina en blanco y negro.
Desabastecimiento general. Prácticamente no hay carne en ningún lado, la leche empieza a escasear en las góndolas al igual que todos los productos lácteos, los hospitales empiezan a tener los mismos problemas al igual que los comedores escolares, los comedores barriales, y los hogares de ancianos y chicos. En el mercado central la verdura y fruta que llega ya no es comestible. Y las unidades productivas de cría de animales tienen escasez de alimentos.
Los comerciantes empiezan a sentir las pérdidas ocasionadas por el lockout, al igual que las unidades productivas paralizadas de las diferentes ramas.
Los trabajadores de las empresas y fábricas que están sin producir, reciben una merma importante en sus ingresos.
Al igual que los empleados del comercio y transporte de alimentos.
Las empresas y fábricas recuperadas afectadas, están en crisis financiera y sus trabajadores sin percibir retiro alguno.
La continuidad de la crisis, producida por el lockaut con piquetes incluidos, tiende a profundizarse y complejizarse día a día; si el gobierno no toma medidas urgentes.
Debe avanzar en los planteamientos vertidos en la conferencia de prensa recién comenzada el sábado 29.
Hay que romper la alianza de
Avanzar decididamente en achicar el latifundio. Y poner a disposición todas las tierras sin producir, subsidiando la cría de animales y siembre de trigo y girasol, a los productores familiares y a los movimientos campesinos de las provincias de Santiago, Córdoba, Chaco, Santa Fe.
Aplicar
Despejar las rutas para que vuelva a la normalidad el funcionamiento vehicular.
La tesis política de la vanguardia de la derecha es desgastar a la figura de Cristina Fernández de Kirchner, no dejándola gobernar, articulando a todos los sectores sociales que entren en contradicciones secundarias con el estado.
La situación objetiva de los sectores sociales de los puntos 14 – 15 – 16 – 17, pueden trasformarse inconcientemente en un cóctel fulminante para el gobierno.
La situación objetiva de los sectores sociales de los puntos 14 – 15 – 16 – 17, mas los sectores sociales del punto 21; pueden trasformarse concientemente en fuerzas liberadoras del conflicto, si estas son convocadas claramente por el gobierno a enfrentar al enemigo objetivo de sus intereses.
- La dirección de este proceso está en la concepción de un capitalismo de estado reformista con discurso de centro izquierda, representado en los Kirchner.
- Todas las fuerzas con honestidad intelectual y política deben apuntalar y profundizar este proceso político.
- La falta de una acertada política de masa desde una concepción revolucionaria por las organizaciones sociales, sindicales y políticas que fueron parte de la resistencia al neoliberalismo, y hoy son afín al kirchnerismo, no permite el avance de este proceso en el camino de la liberación nacional y social.
- La creencia de la militancia y de las direcciones políticas, en que los procesos de cambio tienen que ver solamente con la disputa entre si por direcciones en el estado o algún cargo legislativo, esteriliza a la militancia y al proceso de cambio social.
- La política prebendaria de las organizaciones del pj y de las no pj, provoca un desencanto mayor en los frentes de masa.
- La reorganización del pj, cumple un papel importante en la neutralización de la partidocracia; pero deja a las claras la insuficiencia pejotista para bancar, no un proceso de liberación, sino un capitalismo de estado.
- La decisión del gobierno de hacer política con tecnócratas y no con políticos, con operadores y no con dirigentes de masa, subestimando a las organizaciones sociales y políticas de base, tiene su costo a la hora de resolver la disputa.
- Al igual que: la falta de acumulación de masa, la negación en desarrollar escenarios políticos de participación popular, y la falta de provocación de conciencia y protagonismo del pueblo.
- Esto recién empieza. El resultado de esta puja de intereses de clase, define el futuro del gobierno y del país. Debemos tirar la mochila liberal que todos llevamos a cuesta. Hay que discutir, analizar y reflexionar la lucha de clase en la argentina. Para así, plantearnos en forma colectiva y democrática el que hacer. Desde una concepción nacional, latinoamericana y revolucionaría.
30/03/08
Marcelo Yaquet
Colectivo de Trabajo Liberación
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